Nuestro manifiesto en 15 convicciones
Inspiración de la Biblia
La Trinidad
Divinidad de Jesucristo
Espíritu Santo
Hombre: caída y redención
Salvación del hombre
Santificación
Bautismo en agua
Bautismo en el Espíritu Santo
Sanidad Divina
Arrebatamiento de la iglesia
Segunda venida y reino
Juicio final
Cena del Señor
1. Inspiración de la Biblia
Creemos que Dios usó a más de 40 autores inspirándolos para que escribieran exactamente lo que él deseaba. La inspiración de la Biblia significa que Dios dio su soplo de vida, el poder de Dios lleno a los escritores de la Biblia influenciándoles a escribir exactamente las Palabras que Dios quería que se escribieran, por lo tanto, la Biblia es cien por ciento Palabra de Dios.
2 Tim. 3:15-16; 2 Pe. 1:21.
2. Dios
Dios es el creador de todo lo existente, no hay nadie más supremamente grande que Él. Dios es eterno, omnipotente, omnipresente, omnisciente y solo Dios es perfecto sin falla ni tacha alguna, estas son las cualidades que hacen único a Dios, aunque también es un Dios “trino”. Jesucristo es Dios porque cumple las características del ser más supremo que existe, el Espíritu Santo también es el ser más supremo que existe, al igual que el Padre. No existen seres en toda la creación que se asemejen a este Dios supremo, todas las demás entidades son creación de Dios.
Mr. 12:29; Isa. 43:10-11; Mt. 28:19.
3. La Trinidad
Dios Padre, Dios hijo (Jesucristo) y Dios Espíritu Santo. Creemos que son tres personas de una misma naturaleza divina; cada uno de ellos son personas independientes, pero también están en acuerdo y en total armonía, no hay variación en ellos con respecto a su manera de ser, por ejemplo: su amor, su bondad y su justicia, nunca cambian, ni ninguno de ellos tiene menos amor o tiene más bondad. Ellos son “uno” en el aspecto de su divinidad y perfección que solo Dios puede tener, lo cual no puede tener ningún otro ser creado, solo ellos tres, tal y como solo Dios puede ser, son perfectos y son eternos, sin principio ni fin.
Mt. 3:16; Lc. 3:21; Gen. 1:26, 11:7; Isa. 6:8; 2 Cor. 13:14.
4. La divinidad del señor Jesucristo
Jesucristo es el Hijo de Dios y él es Dios porque antes de nacer por medio de María, Jesús ya existía, solo se hizo hombre para la misión que Dios el Padre le delegó, la cual era morir en la cruz para pagar por todos los pecados de la humanidad y resucitar al tercer día para darnos la promesa de la resurrección para la vida eterna.
Lc. 1:30-35; Mt.14:33.
Preexistencia
Jn.1:1; Col.1:16-17.
Nacimiento virginal
Mt. 1:23; Lc. 1:31-35.
Vida sin pecado
Heb. 7:26; 1 Pe. 2:22; 2 Cor. 5:21.
Milagros
Hch. 2:22; 10:38.
Obra redentora en la cruz
1 Cor. 15:3-4; Tit 2:23-14; Ap 5:9.
Resurrección entre los muertos
Mt. 28:6; Lc.24:39; 1 Cor. 15:4-8.
Exaltación a la diestra de Dios
Hch. 1:9-11, 2:33; Fil. 2:9-11; Heb. 1:3.
Segunda venida
Mt. 24:30; Jn 14:2-3; Hch. 1:11.
5. Dios Espíritu Santo
Creemos que el Espíritu Santo es una persona
Él es Dios y tiene la misma autoridad divina; el Padre lo envió para dirigir y para estar con la iglesia de Jesucristo en la tierra. 1 Cor. 12:11; Rom. 8:26; Hch. 13:2-4, 7; Ef. 4:30.
Creemos en los dones del Espíritu Santo
1 Corintios 12;13 y 14.
Creemos que el Espíritu Santo es Dios
Eterno Heb. 9:14. Omnisciente Jn. 14:26; 16:12-13. Omnipotente Lc. 1:35. Omnipresente Sal. 139: 7-10. Autoridad divina: Mt. 28:19; 1 Cor. 12: 2-6; Mt. 12:31; Hch. 5:3.
6. El hombre, su caída y redención
Origen
El hombre es creación de Dios y fue creado en estado de inocencia, sin malicia, ni pecado. Gen. 1:26; Sal. 100:3; Hch. 17:24-29.
Pecado
El hombre voluntariamente pecó, perdiendo así su estado original. Gen. 3:6-13; Rom. 3:23; Rom. 1:21-32; Isa. 53:6.
Redención
Su única esperanza de redención está en Jesucristo el Hijo de Dios. Jn. 3:16; Hch. 4:12; Lc. 19:10.
Decisión propia
Vida eterna o condenación, dependiendo de aceptar o rechazar la oferta de gracia dada por Dios por medio de Cristo. Dan. 12:2; Mr. 16:16; Jn. 5:28-29.
7. La salvación del hombre
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna. Juan 3:16
Solo a través del arrepentimiento de nuestros pecados
Poniendo la confianza en Cristo, en su muerte y resurrección podemos ser salvos. Mr. 1:15; Rom. 10:8-13.
La regeneración por medio del Espíritu Santo
La evidencia externa es una vida transformada y verdaderamente santa. Rom. 8:16. 2 Cor. 5:17; 1 Pe. 1:16; Ef. 4:22-24; Tit. 2:12; Gá.5:16-25.
8. La santificación
La santificación es un estado de gracia que Dios le otorga al creyente cuando cree y acepta a Cristo. El cristiano la recibe inmediatamente al aceptar a Cristo y su desarrollo es progresivo.
Es la voluntad de Dios para el creyente
1 Pe. 1:14-19; 1 Ts. 4:3-8.
Es una necesida y un deber del creyente
1 Ts. 5:22-23; 1 Pe. 1:2.
Es un requisito para ver a Dios
Heb. 12:14; Sal 24: 3-5; I Pe 1:16.
9. El bautismo en agua
Creemos que el bautismo debe de ser en agua en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo; este bautismo es el resultado de haber aceptado a Jesucristo como Salvador personal. Mt. 28:19; Mr. 16:16; Hch. 2:38.
Después de que Jesús resucitó nos dejó el mandamiento de que los nuevos discípulos se tendrían que bautizar en el en nombre del Padre, en el nombre del Hijo (Jesús) y en el nombre del Espíritu Santo (Mateo 28:19). Este es el bautismo que comúnmente conocemos y practicamos en las iglesias cristianas, pues es el bautismo que debemos efectuar todos los creyentes por mandato directo del Señor.
Mateo 28:18-19
Obediencia a Dios
Mateo 3:15
Ponemos en acción nuestra fe (cumplimos la justicia de Dios).
Efesios 4:5
Nos unimos en una misma fe a la iglesia de Cristo
Mateo 3:16-17
Dios se complace con nosotros.
Hechos 19:5-6
El Espíritu Santo viene sobre nosotros
Mateo 3:14-15
Jesús mismo se bautizó dándonos el ejemplo
10. El bautismo en el Espíritu Santo
Creemos que el bautismo en el Espíritu Santo es un don otorgado por el Padre Celestial que él ha prometido para todo aquel que reciba a Jesucristo como su Señor y Salvador: Joel 2:28; Lc. 24:49; Hch. 1:4-5; Mt. 3:11; Hch. 2:39.
El bautismo en el Espíritu Santo es dado con el propósito de investir a los creyentes con poder y autoridad para ser testigos por todo el mundo, Hch. 1:8; y para recibir ayuda del Espíritu para que los creyentes puedan desarrollar una vida fructífera y virtuosa. Jn. 16:13.
11. La sanidad divina
Creemos que Dios sigue sanando física, mental y espiritualmente gracias al sacrificio de Jesús en la cruz. Además, también creemos que Dios ha dado dones de sanidades por medio del Espíritu para la edificación de la iglesia. Creemos que, por medio de la imposición de manos, el ungimiento de aceite y la oración de fe, el Señor puede seguir sanando a los enfermos: 1Cor. 12:9; Isa. 53:4-5; 1 Pe. 2:24; Sal. 107:20; Mc. 16:17-18; Mt.10:8; Sto. 5:14-16.
12. El arrebatamiento de la iglesia
El arrebatamiento de la iglesia es una de las promesas más grandes que Dios le ha dado a los creyentes, es también la esperanza más grande del cristiano y uno de los pilares del evangelio. El arrebatamiento será el evento en donde resucitarán millones de personas a nivel mundial y juntamente a los verdaderos creyentes que estén vivos en ese día serán arrebatados para estar con el Señor para siempre.
Creemos que la segunda venida del Señor Jesús será precedida por el arrebatamiento de la iglesia. Nadie sabe la fecha ni la hora del arrebatamiento de la iglesia solo Dios el Padre; sin embargo, es un evento inminente para el cual la iglesia debe de estar siempre preparada viviendo en santidad. Mt. 24:36; Hch. 1:9-11; 1 Cor. 15:51-52; 1 Ts. 4:15-17; 2 Ts. 2:1-4.
13. LA SEGUNDA VENIDA Y EL REINO MILENIAL DE CRISTO
La Biblia afirma que Jesús volverá y esa es una de las mayores promesas que los cristianos estamos esperando. Su regreso fue la promesa que los dos ángeles les dieron a los discípulos que lo vieron por última vez después de haber resucitado (Hechos 1:9-11). Sin embargo, esta vez en su segunda venida, Jesús vendrá para poner paz y orden en un mundo totalmente sumergido en la anarquía y el caos producido por el terrible gobierno del anticristo.
Creemos en el regreso de Jesucristo para establecer un reino milenial en la tierra. Jud. 14; Zac. 14:3-5; Ap. 1:7; 19:15-16.
14. El juicio final
Creemos que Dios es un Dios de amor y de inmensa misericordia, pero también creemos que es un Dios justo y Él tendrá que hacer justicia, por lo tanto, tendrá que juzgar a todas las personas que no aceptaron su regalo de salvación a través de Jesucristo. Entonces habrá un juicio final en el cual los pecadores serán resucitados para ser juzgados según sus obras.
El diablo y sus ángeles, la bestia, el falso profeta y todo aquel que no sea hallado en el libro de la vida, serán llevados a la perdición eterna en el lago de fuego; este lago de fuego es la muerte segunda. Ap. 20:10-15, 21:8; Mt. 25:41-46; Mr. 9:43-48.
15. La cena del Señor
Creemos que celebrar la cena es una ordenanza de nuestro Señor Jesucristo, la cual debemos de tomar hasta su regreso. Para tomar la cena del Señor utilizamos el pan y el jugo de la vid, símbolos del nuevo pacto que Dios hizo con el hombre a través de la sangre y el cuerpo del Señor Jesucristo. Mt. 26:26-29; Mc 14:22-25; Jn 6:50-58; Lc. 22:14-20. 1 Cor. 11:13-26.
